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VILLA SERRANO LA TIERRA DEL CHARANGO Y LA ETERNA NAVIDAD

PRESENTACIÓN

PRESENTACIÓN

Villa Serrano se viste de gala, para brindarles toda la hospitalidad y amabilidad, que le caracterizan para la fiesta de la Navidad.

A quienes nos visitan por primera vez, encontraran en esta población todas las condiciones necesarias para tener una estadía placentera y se sentirán felices de compartir con los serranenses, lo que hoy se constituye en un orgullo para los chuquisaqueños, ya que la H. Alcaldía Municipal, a trabajado incansablemente para transformar al bello pueblo de Serrano en el símbolo intangible de la "Navidad Chuquisaqueña"

DON MAURO NUÑEZ Y EL CHARANGO MÁS GRANDE DEL MUNDO

DON MAURO NUÑEZ Y EL CHARANGO MÁS GRANDE DEL MUNDO

Mauro Nuñez llegó a Sucre en 1954, cuando el cronista cursaba estudios en el Colegio Don Bosco, donde el maestro precedido de fama internacional se presentó en una función inolvidable. Todo su atuendo, copiado de los indios de Tarabuco, sus instrumentos, sus canciones y su grupo de baile eran para nosotros una gran novedad, allí estuvo “el maestro” armado de su charango que sonaba con notas argentadas, de sonoridad inigualada.

Toda la vida de Mauro estuvo dedicada al charango así como sus magníficas composiciones, fué precursor de la nueva materia “charancología” que hoy se enseña en la franja andina, y  creador de variantes del charango, como el bajo o asimétrico. Nacido en Villa Serrano a principios del siglo pasado, llegó a Sucre 12 años después y se puso construir el instrumento como autodidacta, al mismo tiempo que aprendió a esculpir y tallar en el Colegio Salesiano, de ahí su visita a nuestro internado, donde acudía como a la casa propia.

 

Durante su tiempo de soldado en Copacabana y su traslado a La Paz, prosiguió con sus aficiones por la escultura, porque tallaba con esmero sus charangos sin que perdieran la sonoridad deseada, se incorporó a la Compañía Tiawanacu donde instrumentaba, decoraba, hacía de coreógrafo y de artesano, sus numerosos biógrafos refieren que se trasladó a Perú y Ecuador primero con su Compañía de arte, luego para trabajar en el teatro en Lima, donde vivió dos décadas, actuó junto a Yma Sumac, la voz de oro de las divas incaicas y de Moisés Vivanco, en cuya orquesta se lucía como brillante solista.

 

Se puede decir que fue de los pocos bolivianos que llegó a presentar temporadas de actuación en el Colón de Buenos Aires, escenario de grandes óperas y ballets en todos los tiempos. Juan Domingo Perón, se interesó en conocer de cerca a este mago del charango, en los tiempos de Ariel Ramírez que lo incorporó a su elenco.

 

Ahí estaba él, con algunos años encima, pero sin perder la jovialidad y la sencillez de cuando era un hijo más de Don Bosco. Sus profesores lo recordarían como un “extrovertido niño, capaz de cantar, bailar, hacer reír y despertar simpatías”, de ahí que hoy cuando la noticia de haberse fabricado el Charango más grande del Mundo y de haberle bautizado con el nombre de Mauro Nuñez, nos parece un acto de justicia, y el mayor homenaje a este boliviano que puso en el firmamento artístico el nombre de la Patria.

 

Sus instrumentos, que tuvimos el privilegio de tener en nuestras manos son obras primorosas del tallado que aprendió en el Colegio de Artes y Oficios a la par que don Nicolás Ballesteros, cuyas manos ágiles y precisas competían con la del charanguista en creaciones a cual más originales.

 

Discos Méndez grabó sus primeras interpretaciones ya en 1957 acompañadas de un pianoforte. Los beneficios de estas grabaciones fueron destinados al Museo de Charcas, donde quedaron sus célebres charangos cuyas réplicas fueron enviados a Rusia, Estados Unidos, Canadá, Japón y España. Inspirado en todos sus contactos de los que obtuvo algún soporte fundó la Escuela Nacional de Folkore, que más tarde se denominó Mauro Nuñez, destinada a la formación musical en instrumentos como la guitarra, el charango, los sikus y la quena. Allí se cultivan disciplinas como etnomusicología, folklore, solfeo, impostación de la voz, etc.

 

El charango gigante se construyó de un árbol de 200 años de la especie tipa, que necesitó de herramientas especiales para el vaciado y el tallado, en los que los artesanos “pusieron alma, corazón y vida”, se usó moradillo y mara y nogal, todas maderas nobles. Al estilo de Mauro Nuñez se talló el escudo de Villa Serrano, una zapateadora, el sol, una zampoña, una máscara de teatro, el cuerno de la abundancia, un campesino, el cerro Achachi y la imagen de un anciano. En el clavijero se puede ver el rostro del maestro, una tinaja, un laurel, un libro, espigas y la frase “de Serrano, chapas al mundo”.

 

Por lo demás ya sabemos que el charango pesa casi media tonelada, mide más de seis metros de largo y uno de ancho, para ser instrumentado necesita al menos tres operarios, estos son los datos que figuran hoy en la Red Mundial de la BBC, noticia que por supuesto nos llena de orgullo a todos los bolivianos.

 

CARACTERÍSTICAS DE LA NAVIDAD SERRANENSE

CARACTERÍSTICAS DE LA NAVIDAD SERRANENSE

La celebración navideña en la población chuquisaqueña es una de las más tradicionales del país. Los serranenses son celosos guardianes de su forma de festejar. Es una norma bailar y tocar música, pero sin silbatos. 

 Al norte de Chuquisaca, cerca del límite con Santa Cruz, está ubicada Villa Serrano. Es una población que en la época navideña reúne a miles de visitantes. Niños, jóvenes y adultos llegan al lugar de diferentes partes del mundo para bailar, zapatear y adorar con alegría al Niño Jesús.

Las calurosas jornadas se caracterizan por un ambiente lleno de hospitalidad. Allí “no son importantes los regalos porque la Navidad es armonía, reunión en familia, reunión de amigos y gente de donde sea. La celebración comienza el 23 de diciembre con el Festival de Navidad, con grupos de artistas que tocan charango, niños y jóvenes que hacen honor a la denominada “tierra del charango”, que hace poco inscribió en el libro de Récord Guinness al charango más grande del mundo.

Un día después, el 24, los seleccionados en el Festival reciben sus premios y todos se preparan para la misa. “Doce en punto hay que estar en la iglesia. Son unas misas hermosas con canciones religiosas navideñas, acomodan la letra para cada parte de la homilía, del credo, de la consagración…”.

Al acabar la eucaristía, la gente camina en procesión con el Niño Jesús, “van bailando y sigue la adoración en un pesebre que es armado en la plaza central”.

El 25, 26 y 27 salen las ruedas organizadas por grupos de hombres y mujeres, con un promedio de 40 parejas. “Se llaman ruedas porque todos van de dos en dos, haciendo pasos, bailando por las calles, cada rueda va con sus orquestas”, las orquestas tocan villancicos tradicionales del pueblo con acordeones, charangos, guitarras y algunas zampoñas que en el último tiempo fueron innovadas por jóvenes músicos que viajan desde Sucre. En el baile “no se usan pitos. Allá es prohibidísimo, allá sólo son silbidos, la gente grita y hace barras. La música no tiene letras; es orquestada”.

Por la mañana salen las ruedas de niños, de los más pequeños, comienzan a danzar por las calles de Villa Serrano, visitando las casas donde las familias tienen un pesebre con el Niño Jesús. “Con piedritas, arbolitos de pino, musgos, helechos, con todo lo que es natural del pueblo se arma.

  

Las ruedas • En las celebraciones navideñas de Villa Serrano nada está librado al azar. Para realizar danzas, adoraciones y otras actividades, se conforman grupos o ruedas.

 

Las más famosas • Cada rueda tiene un denominativo, están Los Achachis, Los Medio Uso, Los Infieles, Los Sinvergüenzas, Los Plagas, Serranitos, Maestranza, Gaviotas, Vallunos, entre otros.